martes, 18 de diciembre de 2007

Gel de baño




No entiendo por que extraño fenómeno la gente sigue empleando los geles de baño esos cremosos y blanquecinos.Esos repugnantes líquidos viscosos con aloe-vera y demás patrañas importadas de los productos cosméticos de las mujeres resultan ciertamente repugnantes para alguien con un mínimo de sentido común.En primer lugar su extraña semejanza con el semen me hace pensar que los hombres que gustosamente los emplean encierran una cierta homosexualidad latente y se sienten magnificos embadurnándose con semejante pócima como si acabaran de salir de una orgía homo en un cuarto oscuro.De toda la vida en nuestros hogares paternos nuestras abnegadas madres nos obsequiaron con botes de litro-litro y medio de geles genéricos de supermercado con colores fluorescentes alucinógenos y olores que nos trasladaban a un templo de delirio químico.Te duchabas con esos engendros y salías del baño oliendo a dibujo animado.Era maravilloso.


Hoy en día las modas absurdas impulsadas por panfletos para imbéciles como El País Semanal,por no hablar de las revistas femeninas (Que merecen un capítulo aparte),nos incitan a creer que todos aquellos años de felicidad de espuma psicotrópica eran perjudiciales para nuestra salud.En teoría se nos tendría que haber caído la piel a tiras por haber usado esas armas químicas.


Ahora es imprescindible adquirir geles de baño de insulso color blanco,con olor a virgen incorrupta,con una sarta de supuestos beneficios para nuestra sufrida piel en su etiquetado.Con nombres como Lactovit,Dove,Hidrogenesse y semejantes lindezas lo único que hacen es provocar el mismo asco que ingerir un vaso de leche de mandril en ayunas.


Sustancias viscosas y blanquecinas,que apenas generan espuma,con olor a bragas de pija.Salimos de la ducha oliendo como Pedro Zerolo.


Afortunadamente todavía quedan geles para Hombres,como el Magno de la Toja.Envasado en un elegante bote negro sin mariconadas y sin fotos de clones de Belén Rueda en la etiqueta.Genera abundante espuma,su color negro nos deja entrever que no se ha empleado ningún tipo de sustancia lechosa en su elaboración y LIMPIA.



Ayúdame Obi-wan


Además,al salir de la ducha olemos como Lee Marvin en alguna de esas grandes películas de los 70,cuando los héroes del celuloide no eran descafeinadas nenazas que bailan con lobos,ni niñatos enamoradizos sacados de una campaña de CK.



Esto es lo que ocurre cuando los metrosexuales intentan imitar a sus héroes de las películas
Osea que ya saben señores,en la próxima compra en el carrefour luchen por sus derechos contra su hidratada esposa o pareja,Clint Eastwood se sentirá orgulloso de ustedes.

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